Por seguridad, a la hora de transportar cualquier tipo de mercancía es necesario prestar especial atención a su trincaje en el medio de transporte. Mediante el trincaje se lleva a cabo la sujeción pertinente con la finalidad de que no sufra desperfectos durante el trayecto, a lo que también contribuye un embalaje adecuado. Una mala colocación de una mercancía en una unidad de carga dentro en un barco, un camión o un avión puede ocasionar golpes, desplazamientos o vuelcos, produciendo daños e incluso accidentes con riesgo para las personas y el medio ambiente.
Para ello se utilizan distintos materiales como cinchas, barras de aseguración, cintas de amarre y eslingas.
Los factores a tener en cuenta para definir el tipo de trincaje son:
- Las dimensiones de la carga.
- Los valores de aceleración.
- El ángulo de amarre.
- Los factores de fricción.
Según estos datos, se calcula la fuerza de apriete utilizada en los distintos dispositivos.
Además, en el vehículo que realiza el acarreo es necesario atender a su sistema de distribución de cargas, respetando siempre las cargas máximas permitidas por cada eje. El centro de gravedad de la carga debe estar lo más bajo posible y sin holguras. La velocidad del vehículo se ajustará al peso y dimensiones de la carga, así como al estado de la carretera y tráfico existente.
Recientemente hemos tenido que gestionar el trincaje y el transporte especial de una mercancía desde Ordes hasta el puerto de Vigo donde embarcó con destino New York. Con casi 4 metros de altura, fue necesario acarrearlo en una góndola en un flat rack especial para mercancías sobredimensionadas.